En este momento estás viendo Mitos y verdades sobre los enjuagues bucales

Mitos y verdades sobre los enjuagues bucales

¿Puede un colutorio sustituir al cepillado? ¿Cuántas veces es recomendable utilizarlo? ¿Puedo diluirlo con agua? Respondemos estas y otras cuestiones habituales sobre el cuidado de nuestra boca

La salud bucodental es muy importante para el conjunto del organismo. Al igual que ocurre con otras partes del cuerpo, la boca está llena de gérmenes, que en su mayor parte son inofensivos. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la boca es también la puerta de entrada al tracto digestivo y a las vías respiratorias. 

Sin duda, un buen cuidado de la higiene bucal es imprescindible para contribuir a un buen estado de salud general. Para ello, es fundamental combinar el cepillado diario con el uso de hilo dental y enjuagues bucales. A continuación, revisamos algunos mitos y verdades sobre estos últimos.

Unos cuantos mitos que hay que superar sobre los enjuagues bucales

  • “El enjuague puede sustituir al cepillado o al hilo dental.” Falso, el colutorio es un buen complemento, pero no debe convertirse en una alternativa al cepillo de dientes ni al hilo dental, ya que no puede reemplazar la función mecánica.
  • “El colutorio elimina el mal aliento.” Un enjuague oral puede contribuir a mejorar el mal olor de la boca, pero no sirve para resolver un verdadero problema de halitosis. En estos casos, hay que acudir al especialista para que valore cuál es el mejor remedio. 
  • “Siempre hay que lavarse la boca con agua después de usar el colutorio.” También falso. Para que el enjuague bucal sea verdaderamente efectivo, se recomienda escupir el líquido y pasar la siguiente media hora sin comer ni beber.
  • “Los enjuagues con alcohol son los más efectivos.” No es verdad. El alcohol es un buen antiséptico, pero no debe estar presente en altas concentraciones. Existen colutorios con clorhexidina (un agente bactericida y fungicida muy utilizado en odontología), por ejemplo, que también son muy útiles.
  • “Los enjuagues naturales no sirven para nada.” En absoluto, los enjuagues elaborados con aceites esenciales (las sustancias que se obtienen de flores y plantas) han demostrado su utilidad combatiendo las bacterias, de un modo parecido a los antisépticos sintéticos, siempre y cuando tengan evidencia científica.
  • “A mayor intensidad de sabor, mayor efectividad del colutorio.” Esto tampoco es necesariamente cierto. De hecho, los enjuagues más agresivos pueden irritar las mucosas, favoreciendo el crecimiento bacteriano.
  • “Cuantas más veces se utiliza, mejor.” No es recomendable excederse en la cantidad. Lo mejor es seguir los consejos del dentista o la posología indicada en el propio enjuague bucal.

Algunas verdades que hay que tener en cuenta sobre los colutorios

  • Lo mejor es que el enjuague forme parte de una rutina de higiene bucal completa, que incluya cepillado e hilo dental.
  • El momento ideal para utilizarlo es al final del proceso, después del cepillado y la aplicación del hilo dental.
  • La constancia es clave para que empiecen a notarse los efectos beneficiosos.
  • La cantidad correcta que hay que utilizar es, aproximadamente, unos 15-20 ml, que suele corresponder con la medida del tapón dosificador. Excederse en las cantidades no suele mejorar la efectividad; además, se corre el riesgo de que provoque irritación. 
  • Se recomienda mantener el líquido en el interior de la boca entre treinta y sesenta segundos.
  • Durante el proceso de enjuague, es muy recomendable mover el líquido por todas las partes de la boca, para que llegue a los dientes, las encías y la parte posterior de la garganta. También puede ser útil hacer gárgaras suaves. 
  • Si notas que tu boca no está acostumbrada y arde en contacto con el líquido, lo mejor es empezar gradualmente, con una pequeña cantidad.
  • No lo diluyas, puesto que esto hace que pierda efectividad. Es mejor reducir las cantidades, para ir acostumbrándose poco a poco.
  • Aunque la mayor parte de los enjuagues no son tóxicos en pequeñas cantidades, hay que evitar tragar el líquido
  • Se recomienda siempre consultar al dentista sobre el tipo de colutorio más adecuado para nuestro caso y la posología.
  • Siempre hay que revisar la fecha de caducidad y guardar el recipiente en un lugar fresco y seco, evitando la acción de la luz solar. 
  • No es recomendable para niños menores de seis años (ya que pueden ingerir el colutorio accidentalmente). Para niños entre seis y doce años, es mejor utilizar enjuagues específicos, con menor concentración de flúor y sabores más suaves.
  • Durante el embarazo, se recomienda evitar los enjuagues con alcohol y consultar al especialista sobre la posible utilización de colutorios con clorhexidina.

También se recomienda consultar con el odontólogo en el caso de usar ortodoncia o tener implantes dentales o prótesis.